El director de orquesta

En todas las orquestas debe contar con un director, este director se encarga de coordinar y dirigir los diferentes instrumentos que compone esa orquesta. Esta persona es un miembro más dentro del grupo y su deberes dentro del mismo es llevar el tempo de la melodía, indicar la entrada de los diferentes instrumentos que lo compone de forma individual y marcar el acento de la melodía, para ello debe conocer bien la partitura para anticiparse a lo que va a suceder.

Para dirigir cualquier orquesta, ya sea pequeña o grande, debe producirse una relación entre los componentes y el director para ello además de emplear diferentes gestos (previamente acordados entre los componentes), puede emplear un pequeño palo denominado batuta.

La posición inicial que debe adoptar el director antes de empezar ha de ser firme pero sin verse rígido o forzado. El gesto que el director marca al resto de los componentes de las orquestas se denomina anacrusa.
La postura del cuerpo es erguido, sin demasiada tensión, la cabeza resta con la mirada hacia los componentes de la orquesta, las piernas algo separadas coincidiendo con los hombros y los brazos y el antebrazo paralelos al suelo con un pequeño arco entre ellos, con las manos sueltas sujetando la batuta. Esta es la posición estándar, pero cada director de orquesta por su constitución y su experiencia tiene una forma propia de colocarse.

El director debe conocer el tempo de la obra para poder marcarlo a los diferentes componentes de la orquesta. Cada ritmo tiene un propio forma de representarlo, pero con un principio para todo los ritmo igual que es el punto número uno siempre se sitúa arriba.